Agentes activos

Nadie sabe más del mundo del consumidor que el propio consumidor. Por eso, durante años, la investigación de mercado consistía en invitar al consumidor a ser “interrogado” por un experto.

Al hacerlo, lo sacábamos de su mundo, y lo estudiábamos como un sujeto aislado, desconectado de las redes sociales (no necesariamente digitales) donde ocurren sus encuentros con las marcas.

Trabajar con “agentes activos” es tratar a los consumidores como investigadores. Capacitarlos en cómo observar lo que pasa a su alrededor, y dándole herramientas para registrarlo.

Esto nos permite llegar a lugares donde habitualmente, como investigadores, no podemos entrar. Desde circuitos propios de la base de la pirámide, hasta eventos íntimos que se disolverían en la presencia de un extraño.

Nos permite trabajar no solo con las respuestas que nos da a nuestras preguntas, sino con las preguntas que el mismo genera.

Y nos permite ampliar el círculo de respondentes involucrados en un estudio, trabajando no solo con los consumidores reclutados sino con todo su círculo social.